La novela Lolita me gustó en sus primeras 100 páginas, el final es aceptable pero hay tramos de la obra que me defraudaron profundamente, todo ese viaje en coche… Precisamente Kubrick y Nabokov (que reescribió su propia novela en un genial guion) acortan este tramo acertadamente y aunque a los múltiples acólitos de Lolita disguste en demasía debo afirmar que la película supera a la novela.
Sorprendentemente, la actriz que encarna Lolita, Sue Lyon, no volvió a realizar ningún papel destacable en su carrera a pesar de que encarna al mítico personaje con elegancia y era entonces muy joven. La película es larga y aunque la actuación de Peter Sellers es portentosa su personaje que es una invención o una variación de la novela original no logra convencer. Además, el actor protagonista James Mason pese a ser un reputado actor británico a mi parecer habla con excesiva pompa y formalidad, tanto es así, que resulta poco creíble. No creo que se corresponda con el personaje de Lolita en la novela o al menos mi imaginación lo percibió de otra forma.
Lolita, Sue Lyon
Entonces, si el protagonista absoluto me parece excesivo, si es larga y la invención de Peter Sellers que se supone que debe ser alabada no me gusta, está claro que Lolita me desagrada… Nada más alejado de la realidad, Stanley Kubrick rueda con semejante maestría y genialidad que contrarresta los citados contratiempos haciendo de Lolita una película muy buena que incluso supera a la mítica novela.
La impronta de Stanley Kubrick es siempre alargada, mejor dicho ¡Es siempre implacablemente magistral!
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